Trastorno de la Personalidad
Los trastornos de la personalidad se caracterizan por patrones de percepción, reacción y relación que son relativamente fijos, inflexibles y socialmente desadaptados, incluyendo una variedad de situaciones.
Cada uno tiene patrones característicos de percepción y de relación con otras personas y situaciones (rasgos personales). Dicho de otro modo, toda la gente tiende a enfrentarse a las situaciones estresantes con un estilo individual pero repetitivo. Por ejemplo, algunas personas tienden a responder siempre a una situación problemática buscando la ayuda de otros. Otras siempre asumen que pueden manejar los problemas por sí mismas. Algunas personas minimizan los problemas, otras los exageran.
Aunque la gente tiende a responder siempre del mismo modo a una situación difícil, la mayoría es propensa a intentar otro camino si la primera respuesta es ineficaz. En contraste, las personas con trastornos de la personalidad son tan rígidas que no pueden adaptarse a la realidad, lo cual debilita su capacidad operacional. Son personas propensas a tener problemas en sus relaciones sociales e interpersonales y en el trabajo.
Algunos de los tipos incluidos en los trastornos de la personalidad son:
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- Paranoide.
- Esquizoide.
- Esquizotípico.
- Histriónico.
- Narcisista.
- Antisocial.
- Límite.
- Paranoide.
La terapia con personas que padecen este trastorno es compleja, pero siempre con el objetivo de ayudarlas a conseguir una adecuada relación con su entorno y personas que las rodean y así lograr un adecuado desarrollo psicosocial.